¿Qué es la ventaja competitiva?
Para saber cómo aprovechar esta cualidad, primero debemos atender a su definición.
Hablamos de la ventaja que una empresa, organización o persona tiene respecto a su competencia dentro de un mismo mercado.
Esta ventaja competitiva sitúa a dicha organización en una posición de superioridad respecto al resto, otorgándole un puesto privilegiado en el mercado.
Principales tipos de ventajas competitivas
Si atendemos a la teoría que Michael Porter formuló hace décadas, encontraremos los principales tipos de ventajas competitivas.
1.- Ventaja competitiva por diferenciación
En estos casos, la marca en cuestión adquiere una posición competitiva gracias a su especialización del producto.
Por lo general, son productos de alta calidad y muy exclusivos, que hacen sentir al cliente que es afortunado por poder comprarlo.
Suelen tener precios altos, marcando aún más esa diferenciación.
2.- Ventaja competitiva por liderazgo en costes
La empresa que disfruta de esta ventaja competitiva, produce a un coste más bajo sus productos.
Cuando varias empresas tratan de ostentar esta ventaja, los resultados en el mercado suelen ser nefastos.
Por ello, no son tantas las empresas que destacan por un liderazgo en costes.
3.- Ventaja competitiva por enfoque
Las estrategias competitivas de una empresa que busca la ventaja por enfoque, se basan en un sector concreto.
Buscan un mercado específico y se especializan en ser la mejor de ese segmento, bien por área geográfica, por tipo de producto, etc.
Ventaja competitiva vs ventaja comparativa
Dentro del mundo empresarial y de las estrategias de marketing, existe otro término similar a la ventaja competitiva.
Su semejanza gramatical puede llevarnos a equívoco, se trata de la ventaja comparativa.
Sin embargo, para conseguir una clara ventaja competitiva, ha de diferenciarse bien de la ventaja comparativa y es que la ventaja comparativa se posee cuando una empresa requiere de menos recursos y costes para producir el mismo bien que otra empresa del sector.
Por tanto, esa ventaja comparativa se basa únicamente en términos de eficiencia de producción, sin determinar la posición en el mercado a la que puede conllevar.
Consejos para crear tu propia ventaja competitiva
A la hora de posicionarse en el mercado, una empresa busca su propia ventaja.
Con ello, se asegura un puesto de privilegio por el que los clientes prefieren adquirir sus productos y no los de la competencia.
Pero, ¿hay maneras de llegar a crear esa ventaja competitiva?
Lo cierto es que tenemos unos cuantos consejos que ayudan a que cualquier empresa encuentre su propia ventaja.
1.- Sigue las pautas de Porter
Como hemos visto anteriormente, hay tres grandes tipos de ventaja competitiva.
Por tanto, si tenemos claro en cuál de ellas queremos centrarnos, será más fácil conseguirla.
Si quieres liderar en costes, produce a bajos precios. Si quieres destacar por la exclusividad de tu producto, ofrece prestaciones que nadie más tenga.
O si pretendes dominar un pequeño nicho de mercado, deberás producir algo necesario para un público concreto y que ninguna otra empresa esté haciendo.
2.- Innova y busca la efectividad
Para posicionarte en un mercado plagado de competidores, es esencial la innovación.
Ofrece a tus clientes algo que aún no ha ofrecido la competencia y obtendrás esa ventaja competitiva.
Estudia el mercado y atiende a las necesidades, los resultados, sumados a tu originalidad, te darán la clave.
Por otro lado, cuando fabriques tus productos o proporciones tus servicios, céntrate siempre en que se haga lo mejor posible.
De nada sirve producir en masa, si el resultado no es bueno, hacer cosas y hacerlas bien, siempre es sinónimo de éxito.
3.- Adáptate a los cambios
Los patrones de producción, las necesidades de cada cliente, los gustos… cambian a velocidades cada vez más vertiginosas.
Solo las empresas que mejor se adaptan a esos cambios y saben aprovecharlos, consiguen una ventaja competitiva.
Si sabes prestar atención a esos cambios y definir tu estrategia de manera flexible en torno a ellos, ganarás mucho terreno respecto a tus competidores.
4.- Recaba información y elige bien a tus socios
¿Cuántas veces has escuchado la frase de “la información es poder”?
¡Corta y contundente!
Pero esta verdad cobra mucho más valor en el mundo empresarial.
Si dispones de más información que el resto, podrás adelantarte a los cambios, a los planes de la competencia e incluso a las nuevas demandas de los clientes.
Gracias a esta información, dispondrás de una mayor tranquilidad a la hora de elegir a tus socios y proveedores.
Y es que esta elección puede otorgarte una mayor ventaja competitiva, gracias a diferentes factores: eficiencia en la producción, prestigio de proveedores, etc.
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